7 CLAVES PARA SUPERAR EL MIEDO AL DENTISTA

El miedo de ir al dentista es una realidad mucho más común de lo que nos podemos llegar a imaginar. Para muchas personas (adultas), acudir a la clínica para recibir un tratamiento o hacerse una revisión, les supone un esfuerzo inmenso y les genera gran ansiedad. El temor a pasarlo mal, puede hacer que acudamos a nuestro odontólogo con menos frecuencia de la que deberíamos. El no tener ningún seguimiento o la falta de un diagnóstico, puede estar aumentando las posibilidades de que padeces alguna dolencia y favoreciendo al mal estado de nuestra salud buco-dental.

Pero… ¿a qué se debe este miedo al dentista?

Generalmente, el dolor junto con las malas experiencias vividas anteriormente (en la infancia o no) suelen ser las principales causas de este miedo. La incertidumbre de qué nos van a hacer, los pinchazos de la anestesia o el hecho de que nos introduzcan herramientas en el interior de la boca, son otras de las razones que también pueden reforzar nuestra ansiedad.

Actualmente los profesionales son muy conscientes de estos miedos y se siguen formando para saber cómo afrontar y tratar con pacientes con este perfil. Aún así, los pacientes podemos poner de nuestra parte para aprender a dominar nuestros temores.

Es por esto que hoy hablamos de 7 claves para superar el miedo al dentista:

Encontrar un dentista/clínica de confianza

Preguntar a nuestros familiares o amigos si nos pueden recomendar uno y que nos cuenten su experiencia. Si es necesario, podemos pedir cita y visitar la clínica, solicitar información y familiarizarnos con el sitio.

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Pedir cita

Intentar pedir la primera hora de la mañana para tener menos posibilidades de poder cancelarla y evitar estar pensando en ella durante todo el día.

La primera visita

Suele ser una revisión en la que se establece un diagnóstico y tratamiento, por tanto podemos estar más relajados. Para coger confianza, podemos empezar con una limpieza bucal y posteriormente, enfrentarnos a tratamientos más delicados.

Acudir con acompañante

Podemos pedir a un amigo o familiar que nos acompañe para que nos distraiga.

Para hacer que la situación sea más llevadera y sentirnos más seguros. En caso de ir solo, lo ideal será escuchar música, llevarnos algún libro o tener algún pasatiempos para abstraernos del momento.

Comentarle al doctor nuestro miedo al dentista:

No hay que sentir vergüenza. Es importante identificar la causa principal de nuestros miedos. Debemos reflexionar acerca de las causas y ser capaces de analizarlas con tranquilidad con nuestro dentista. Hoy en día, cada vez más son las clínicas preparadas para atender a pacientes que tienen miedo a ir al dentista. Ellos son los primeros que quieren que nos sintamos cómodos. Podemos pactar una señal para cuando necesitemos una pausa durante el tratamiento o pedirle que nos explique en cada paso lo que hace.

Solicitar información

Una vez nos han definido el tratamiento, pedir información detallada. Es el momento para resolver todas nuestras dudas sobre el procedimiento. En casos extremos, si el miedo es al dolor, hay que preguntar por la sedación. Si el miedo es al coste económico, hay que preguntar por posibles formas de pago… Es importante salir de la consulta con todas las dudas resueltas.

Tratamientos avanzados

La mayoría de prácticas han mejorado mucho e incluso existen alternativas a la sedación con pinchazo, totalmente indoloros.

Como última recomendación, deberíamos centrarnos en tener una actitud positiva. Confiar en los profesionales y pensar en los beneficios que se obtendrán del tratamiento. Así, aseguraremos una buena salud buco-dental y evitaremos tener problemas a medio-largo plazo.

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