ALIMENTACIÓN Y SALUD BUCO-DENTAL

La alimentación junto con la genética y el estilo de vida que llevemos son factores determinantes para nuestra salud oral. Seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental. Es importante no sólo para nuestra salud en general, sino para mantener nuestra boca sana.

El hecho de no tener unos hábitos de alimentación sanos, aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades periodontales. Así como favorecer la aparición de caries. Y más, cuando se trata del consumo de alimentos perjudiciales para nuestros dientes y encías.

El riesgo de padecer enfermedades periodontales seguirá existiendo si no eliminamos el consumo de alcohol o el tabaquismo. Además, estos hábitos están relacionados con las patologías orales más graves, como el cáncer oral.

Es necesario conocer la influencia de la alimentación a la hora de cuidar nuestros dientes:

¿Cómo afecta la alimentación al cuidado de nuestros dientes?

En la boca, existen una serie de gérmenes que se nutren de los azúcares y el almidón que se encuentra en los alimentos que tomamos. Crean la placa dental y generan unos ácidos, qué tras cada comida, van destruyendo el esmalte de nuestros dientes. Es por ello, que uno de los primeros consejos, es el de eliminar las veces que picamos entre horas. Los alimentos que consumimos en estos espacios de tiempo, por lo general, contienen muchos azúcares.

A las horas de las comidas segregamos mayor cantidad de saliva. Por esto, los alimentos que ingerimos nos causan un menor daño. Cuanta más saliva, más limpia permanece nuestra boca y más se disminuye el efecto de los ácidos.

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Alimentos saludables

Si tenemos que comer entre horas, debemos procurar que sean alimentos ricos en agua como los vegetales crudos o la fruta con el objetivo de mantener el flujo de saliva. Obviamente, el consumo regular de agua es fundamental para ayudar a la saliva a contrarresta el ataque de las bacterias. Por otro lado, el efecto de los ácidos también podemos paliarlos evitando el consumo de cítricos y zumos.

En relación a la dieta, no podemos obviar los alimentos con alto contenido en azúcares: la bollería industrial, los caramelos, los refrescos, los alimentos procesados, etc. Su consumo habitual, ayuda a la proliferación de las bacterias responsables de las caries, infecciones bucales, desgaste del esmalte…

De lo contrario, hay algunos alimentos como los lácteos, así como las espinacas, garbanzos, calamares, brócoli, col rizada o el tofu ricos en calcio. El calcio, no solo nos beneficia en el desarrollo de nuestros huesos y dientes sino que también es muy importante para nuestra dentición y para protegernos de la aparición de las caries. Asimismo, es muy recomendable para las personas de edad más avanzada ya que reduce las posibilidades de perder alguna pieza dental.

Al igual que el calcio, el fósforo es fundamental para la estructura de los dientes. Podemos encontrarlo en alimentos de origen animal, como la leche y sus derivados, los huevos y el pescado azul. Y en alimentos de origen vegetal, como las legumbres o frutos secos.

También podemos mantener nuestras encías sanas, con alimentos ricos en vitamina C. Las fresas, albaricoques, tomates o naranjas son fuente de esta vitamina. O con alimentos que nos proporcionen vitamina D, la “vitamina del sol”. Nos ayudarán a tener los dientes más fuertes y a prevenir enfermedades como la gingivitis.

RECOMENDACIÓN

Una alimentación saludable y muy variada (frutas, verduras, legumbres y pescado azul) es clave para prevenir enfermedades de dientes y encías. Sin embargo, la correcta higiene buco-dental sigue siendo fundamental para eliminar los restos de comida y las bacterias que acumulamos en la cavidad oral (cepillado, hilo dental y colutorio). Para una limpieza más profunda, podemos acudir a nuestro dentista para una limpieza profesional.