El dolor de mandíbula que muchos adultos sufren es el llamado trastorno de la articulación temporomandibular (ATM). La articulación temporomandibular es la unión entre la mandíbula y el cráneo. Es la que nos permite que movamos la boca de arriba a abajo y hacia los lados cuando hablamos o masticamos.
Los dolores en la mandíbula pueden aparecer de un día para otro o de forma progresiva. Su afectación puede darse con menor o mayor intensidad y puede convertirse en un dolor muy incómodo llegándonos a afectar en nuestro día a día.
Además, cuando se experimenta dolor en la articulación pueden darse otras dolencias relacionadas como dolor de cabeza, de cuello o incluso de espalda. Es por esto, que en alguna ocasión, los trastornos de ATM se pueden confundir con dolores crónicos de cabeza y cervicales.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
El estrés es uno de los factores que más influye en el dolor de mandíbula. Normalmente suele ir asociado al bruxismo (rechinamiento de dientes). Es una patología que además de afectar a la articulación también afecta a las piezas dentales que se desgastan.
Los problemas de ATM también se pueden dar por traumatismos en la articulación, empastes dentales, prótesis mal ajustadas o incluso por la falta de algunos dientes. El prognatismo o el retrognatismo (mala mordida) son otras causas del dolor en la articulación.
Un absceso dental sin tratar puede llegar a desencadenar una infección que afecte a los tejidos circundantes al hueso causando un importante dolor en la mandíbula. Por último está la osteomielitis. Se trata de una infección que viaja a través de la sangre y que afecta a los huesos. En el caso de que afecte a la mandíbula, puede producir dolor, fiebre e inflamación facial.
SÍNTOMAS Y CÓMO SE MANIFIESTA
Los síntomas más habituales asociados a las dolencias ATM son:
- Dolor en el área de la mandíbula
- Molestia al morder o masticar (chasquidos dolorosos)
- Dolores de cabeza (a menudo similares a las migrañas)
- Dolor de oído
- Mordida desigual
- Dificultad para abrir la boca o mover la barbilla de lado a lado
- Bloqueo al abrir la boca
- Dolor y/o inflamación del rostro
POSIBLES TRATAMIENTOS
Previo al tratamiento es necesario un diagnóstico por parte de un especialista. Es importante una valoración personalizada para determinar el tratamiento más adecuado. Los dolores de ATM pueden ser por muchas razones diferentes. Es muy importante diagnosticar cual es el problema y cómo resolverlo.
Uno de ellos es el cambio de hábitos. A veces, es necesario cambiar los alimentos crujientes por otros más blandos o comer aquellos que no requieran abrir mucho la boca.
Aprender técnicas para controlar el estrés y relajarnos puede ayudarnos a aliviar la tensión acumulada en el mandibula. Acudir al psicólogo también puede ser de gran ayuda para tratar los problemas de estrés que suelen agravar el dolor. Otra alternativa son los masajes o estiramientos de los músculos alrededor de la articulación. Pueden complementarse con compresas frías en la zona afectada.
Las férulas, también llamadas protectores bucales ayudan a reducir los efectos del bruxismo y relajar los músculos de la cabeza y cuello. Para conseguir la máxima efectividad de las férula, el paciente debe usarla con regularidad y acudir a las revisiones correspondientes para observar la evolución. En muchas ocasiones se requiere de un tratamiento de ortodoncia para llevar a los dientes a morder en una situación en la que los músculos masticatorios estén relajados y no forzados creando dolor.
Por último, existen los antiinflamatorios. Son recetados para relajar los músculos sobrecargados y reducir la inflamación.
Para los casos más extremos de ATM, debe recurrirse a la cirugía combinada o no con ortodoncia dependiendo del caso.